La meditación su funcionamiento es como el de cualquier músculo en un gimnasio o con una rutina, nuestro cerebro ejercitándolo con estas técnicas lo vas adiestrando y enseñándolo al autocontrol y poco a poco irás llegando mucho antes a visualizar, sentir tu cuerpo, a concentrarte, a desconectar del autocontrol, auto-juicio y llegar a ese punto donde tu cuerpo puede auto-sanar, aumentar su energía, su flexibilidad, poder de concentración, mejorar la memoria, aceptar situaciones del día a día con una mejor respuesta al estrés, mejorar comportamientos, mejorar tu creatividad y vibrar mucho más positivo y estar por encima de las circunstancias, estar con los pies en la tierra, simplificar y tomar decisiones para tu mejora.
Además de conocerte mucho más a ti mismo, dominio de tus emociones y encontrar dentro de ti lo que esas capas de estrés o negatividad no te dejan ver ofreciéndote claridad mental.
Como resultado de adiestrarte con sinceridad en la meditación, alcanzarás realizaciones espirituales que te conducirán a la liberación permanente de los sufrimientos de esta vida.
No hay nada con más sentido que este logro. Incluso, a nivel temporal, cuando experimentes problemas, sensaciones desagradables, depresión o infelicidad, podrás solucionarlos en seguida transformando tu mente en paz con la práctica de la meditación.
Diferentes estudios han comprobado no sólo diferencias en el funcionamiento del cerebro tanto en meditadores expertos como en principiantes sino también efectos beneficiosos en:
– sistema cardiovascular, tensión alta
– sistema inmunitario
– alivio del dolor crónico, psoriasis, fibromialgia, tratamientos para el cáncer
reducción de estrés y ansiedad– prevención de la depresión
– mejora de la concentración– combatir los trastornos alimentarios
– equilibrio emocional
-Mejora en la energía sexual, lívido.